Gabriel Salcedo
Comenzaruna nueva relación provoca ciertos interrogantes, ansiedades y temores. Y aún más, porque no somos los únicos involucrados, también están nuestros hijos. No queremos equivocarnos, no queremos lastimar a nadie ni tampoco comenzar algo, sin pensar en las consecuencias.Conocer el proceso de formación de las familias ensambladas nos ayuda a identificar los desafíos que viven y cómo pueden afrontarlos según los recursos que les son propios. Por otro lado, el tener una perspectiva de su realidad,nos permite ver cómo los hijos asumen las relaciones dentro del nuevo entramado familiar y con la familia de origen. Saber qué piensan, sienten y experimentan los hijos, es esencial para comprender a las nuevas parejas en las crisis de ajuste y consolidación de la nueva familia.